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Mi experiencia: consejos para ahorrar en tus viajes



Viajar es un placer, y como a veces para seguir nuestra pasión contamos con un presupuesto reducido, a continuación, te voy a dar unos consejos que nosotros siempre tratamos de seguir a la hora de planificar nuestros viajes, para que esta forma de vida no nos lleve por el camino de la bancarrota.


Reservar, con mucho tiempo de antelación


Este consejo lo has leído en muchísimas publicaciones, pero vamos a ser honestos, no le haces caso. Siempre dejas la planificación para última hora cuando te das cuenta que falta poco para tus vacaciones o que vienen unos días libres que puedes aprovechar haciendo lo que más te gusta, viajar. Es verdad, a mí también me pasa. Nuestra forma de ser no nos permite hacer planes con suficiente antelación, nos parece que es una temeridad porque no se sabe nunca que puede pasar, que imprevisto puede suceder que nos obligue a cambiar los planes con la pérdida de dinero que eso implica. Y aunque a veces puede ocurrir, la mayoría de las veces te vas de vacaciones en la fecha prevista y sin mayor problema. Entonces, es mejor reservar siempre con antelación, pero, ojo, esto tiene sus trucos para no perder dinero.


Hoteles. Seis meses antes, y revisando cado dos meses o menos según se acerca la fecha. Reservar con mucho tiempo de anticipación te hará ahorrar hasta 25-60 dólares por habitación o más. Utiliza buscadores de hotel que te permitan reservar sin ningún pago por adelantado y que incluyan la opción de cancelación gratis (yo siempre utilizo booking.com). Y reserva sin miedo y en varios hoteles a la vez, para jugar con los que lancen ofertas, para lo cual te aconsejo que vuelvas a revisar los precios de vez en cuando según se acerque la fecha de tu viaje, porque pueden bajar aún más, o no. Tienes que tener siempre presente la fecha límite para hacer cambios y cancelaciones gratis. ¡Anótala!


Vuelos. Tres meses antes. Esto ya es un poco más arriesgado porque las aerolíneas juegan a asegurarse que tengas que pagar sí o sí, porque ellas nunca pierden, y cada vez es más difícil conseguir buenas tarifas que a la vez te permitan cambios. Pero por lo menos trata de hacerlo unos tres meses antes, cuando ya estés bien seguro de lo que vas a hacer con tu tiempo libre y donde quieres ir. Dedica una semana a revisar ofertas porque suelen cambiar de un día a otro, y siempre escoge la opción ”fechas flexibles” para que te den varias opciones (siempre, el día que tú no quieres es más barato). También me parece que viajar un martes o jueves es más barato, esto estoy en fase de comprobarlo.


Restaurantes de moda o temáticos. Poco a poco me he dado cuenta de la importancia de reservar un restaurante antes de ir, y si es temático o está de moda, te puedes llevar una sorpresa si no lo haces o por lo menos esperar mucho antes de que te asignen una mesa, y veras pasar delante de ti a todos aquellos que practican ésta sana costumbre de reservar. De hecho, he puesto a prueba esta costumbre reservando en el mismo estacionamiento del restaurant antes de entrar, y he comprobado como felizmente me sientan primero, aunque solo haya dos personas esperando y muchas mesas libres. En el caso de restaurantes muy especiales en tu lugar de destino este consejo es fundamental. Asegúrate de reservar con tiempo, en el mismo momento que decidas donde vas a ir y empieces a buscar información. Por experiencia te puedo decir que en los famosos restaurantes de Disney World, sobre todo en los salen los personajes mientas comes o en fechas especiales como navidad y fin de año, estamos hablando de seis meses antes justos. Además, no te piden ningún pago por adelantado, en algunos casos sólo la tarjeta de crédito para asegurar la reserva.



Viaja en temporada baja


La diferencia entre viajar en temporada alta y baja es importante y puedes ahorrar mucho dinero. Dependiendo de la ciudad, la temporada cambia por lo que tienes que hacer la tarea y revisar. Manejar dentro de tu agenda varias fechas alternativas te dará mejores opciones de ahorro. Julio y agosto, en la mayoría de los países, prohibido si viajas con bajo presupuesto. Los meses de abril y mayo, y finales de septiembre y octubre, son muy buenas opciones si no estás amarrado a calendarios escolares por ejemplo.


Hoteles, lejos del centro


Los hoteles en el centro están muy bien si lo que buscas es estar cerca de los principales lugares que ver, sin necesidad de largos desplazamientos, pero siempre serán más caros si buscas un alojamiento un poco más lejos. Lo mismo aplica para los lugares de comidas, e incluso un supermercado si quieres comprar agua o algo ligero para cenar, siempre serán más baratos que en el centro. Si quieres ahorrar, busca en las afueras o en calles menos céntricas que se encuentren cerca de una parada de autobús o de metro.



Hoteles, con desayuno


Procura reservar un hotel que incluya el desayuno, y si es completo mejor. Dedica un poco de tiempo cuando estés planificando tu viaje, para investigar qué clase de desayuno ofrecen. Incluir un desayuno más completo te permite salir del hotel con una buena comida en el estómago, para luego ya volver a comer mucho más tarde, así sólo tienes que pagar una comida en la calle, lo que nos lleva a nuestro consejo siguiente. Además, que no te de pena llevarte del desayuno si es buffet alguna fruta o un sándwich para tener así una pequeña merienda durante tus paseos. A estas alturas no sé si eso está permitido o no, pero mucha gente lo hace.



Una nevera en la habitación, cenas económicas


Cuando viajamos, nosotros nos limitamos a gastar en una sola comida al día. Generalmente el almuerzo y en un sitio especial. Cenamos siempre en la habitación del hotel. Y para ello, conseguir un hotel que ofrezca una nevera en la habitación es perfecta opción. Comprar tus cenas en un supermercado local, algo simple para hacer un sándwich, agua, fruta, es una buena forma de ahorrar. De esta manera, pagarías una sola comida en la calle, durante tus excursiones, para luego cenar tranquilamente en el hotel. Claro, asegúrate de que algún día sea la cena la que vayas a pagar, para explorar también la vida nocturna de ese sitio que estás visitando. Una aclaratoria. Por mi experiencia, en Europa es difícil conseguir esta comodidad de la nevera en los hoteles, pero cada vez se está haciendo más popular. Creo que en Estados Unidos es mucho más fácil de conseguir esta opción. También existe la posibilidad de que si lo que tiene la habitación es un minibar, pues aprietes tus cosas o saques alguno de los productos que ya están allí y los dejes a un lado para poner lo tuyo. Eso sí asegúrate de colocarlos donde se vean para que no piensen que los consumistes y te los cobren. Y si viajas en invierno, pues no hace falta nevera, lo dejas en la ventana.


Chofer designado


Lo mismo se aplica si viajas en grupo a la elección de un “Chofer designado”, y su suplente. Si son varios en tu grupo de viaje, lo que van a gastar en excusiones y en medios de transporte, bien sea taxis, autobuses, metro, lo pueden destinar entre todos a alquilar un coche y así estarán más cómodos y al ritmo de ustedes que se conocen y no dependiendo de terceros.



Movilizarse ahorrando


Camina. Alquila bicicletas si están disponibles. Averigua las rutas de autobuses o del metro. Del aeropuerto a tu hotel, busca las opciones más económicas, los taxis son caros. Como ves, la palabra clave siempre es planificar e investigar antes de viajar. Cuanto más conozcas tus opciones, mayor será tu ahorro.


Guía designado, si viajas en grupo


Si viajas en grupo otra forma de ahorrar es en las excursiones o visitas guiadas que se ofrecen en todos lados, si previamente escogen entre los que viajan en tu grupo un “Guía Designado”. El escogido se encargará de conseguir la información sobre el destino escogido, las mejores rutas y la información turística. Además, se encargará de leerle al resto todo lo que se debe saber sobre el sitio que están visitando. En pocas palabras, ejercerá de guía para todos, y gratis. Requisito, que le guste, y mucho, ese trabajo. Deben ser generosos con él y pagarle una cerveza, o varias, de vez en cuando para agradecerle su trabajo.


Entradas, sólo las imprescindibles


Vamos a estar claro, si llegas a una ciudad nueva, que visitas por primera vez, es imposible visitar todos los sitios de interés y atracciones. No sólo por la falta de tiempo y el cansancio que representa, sino porque el costo de las entradas eleva el presupuesto del viaje. Haz tu tarea, planifica, y antes de viajar dedica un tiempo a investigar que merece la pena visitar y que no, de acuerdo a tus gustos e intereses, y el de tus acompañantes. Los Blog de Viajes son una buena herramienta para ello. Y haz una selección de dónde y cuándo ir. Como también se ha dicho siempre, un segundo viaje a ese sitio te permite conocerlo mejor, si en verdad te gustó claro, sino pues la das por vista y listo.


Opciones gratis


Muchos museos y visitas turísticas tienen un día a la semana la entrada gratis, generalmente en el domingo en la mañana. Averigua en sus páginas web la información exacta. También en muchas ciudades se ofrecen tours gratis, generalmente promocionados por la municipalidad o algunas sociedades históricas o culturales. Investiga en internet que opciones tienes.


Un solo souvenir


A todos nos gustan los recuerdos de los viajes. Entrar a las tiendas de souvenirs después de visitar una atracción te emociona y muchas veces te vuelves loco y gastas demasiado, y encima luego no encuentras donde meterlo en la maleta para regresar. Los recuerdos mejores son las fotos, que no pesan. Decide que vas a coleccionar como recuerdo de tus viajes y limítate a esa compra única en cada sitio. En mi caso, imanes para la nevera y bolas para el árbol de navidad con la imagen de la ciudad, y esto estoy a punto de abandonarlo por lo engorroso. Asimismo, aquello de llevar un recuerdo para cada miembro de la familia es totalmente innecesario y sale carísimo, para que al final vaya a parar al cubo de la basura porque total, para ellos, no es un recuerdo de sus viajes. Ahórratelo, y avísales para evitar malos entendidos. O lleva chocolates (pequeños)


Maleta una sola y con lo necesario


Otro consejo que se lee en todas partes, pero luego siempre te encuentras en el mostrador de la aerolínea el que nunca lo leyó. No llenes la maleta de cosas innecesarias porque luego tienes que pagar un dineral en exceso de equipaje. Y compras, también las mínimas. Hacer la maleta con lo necesario requiere mucha práctica y experiencia porque siempre hay un vestido unos zapatos que quieres llevas por si se presenta una ocasión especial. Pero se fuerte, no lo hagas. Lleva sólo necesario. Y jabón para lavar en el baño de la habitación y siempre tener alguna ropa limpia que puedas usar varias veces. Y aquí un consejo de regalo: yo investigo con calma para asegurarme que el hotel tenga lavadora/secadora de monedas para lavar y beneficiarme de la ropa limpia. Pero puedo afirmar, casi sin temor a equivocarme, que eso en casi toda Europa es misión imposible.



Deja la vergüenza en casa, pregunta


No tengas vergüenza y pregunta antes de pagar por algo. En las tiendas, si no ves el precio en algún producto, pregunta. Revisa el menú de los restaurantes que en muchos sitios está colocado en la puerta. Fíjate que en muchos restaurantes te cobran extras hasta por el agua. En Portugal, cuando te sientas en la mesa enseguida te ponen varios aperitivos pequeños que te cobran al final. Aunque en mi último viaje nos dimos cuenta que cada vez es más frecuente que te avisen del cargo de una vez, muchas veces se “olvidan” de decírtelo y claro como generalmente llegas muerto de hambre, pues lo primero que haces es picar. Pregunta siempre.

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