Para hacer estas 10 cosas tienes que ir a Gijón
Gijón es la segunda ciudad principal de Asturias y tiene un encanto muy especial y poco conocido, porque los turistas que vienen a esta región de España se olvidan de ella y prefieren ir a Oviedo, a Cangas de Onís y Covadonga, a las playas del occidente. Siendo la ciudad donde mi papá pasó su niñez y primeros años de juventud, considere necesario visitarla nuevamente en mi reciente viaje, así que, acompañada de mi buena amiga Natalia, otra caraqueña hija de asturianos, la recorrimos con calma, saboreándola y disfrutándola. Estas son las diez cosas que descubrí que puedes hacer si vas Gijón.
1- Puedes ir a la playa sin salir de la ciudad. La Playa de San Lorenzo es lo más céntrica y urbana que pude ser una playa. Con una extensión de kilómetro y medio con forma de concha, las calles de la ciudad desembocan en ella. Para acceder a la playa se han dispuesto 16 escaleras, las que facilitan que los gijonenses lleguen hasta ella fácilmente, para tomar el sol, hacer ejercicio, leer, como se hace en cualquier plaza o parque de cualquier ciudad. Además, está bordeada por un paseo marítimo conocido como “El Muro de San Lorenzo”, lleno de cafeterías, heladerías, bares, tiendas, lo que hace aún más agradable pasar el rato en la zona. Un privilegio que tienen estos amigos.
2. Aprender lo que significa realmente que suba o baje la marea. En la playa de San Lorenzo se puede admirar este fenómeno de la naturaleza. Cuando sube la marea, desaparece un 80% de la playa pero cuando está baja se pueden caminar hasta 200 mts desde el paseo marítimo para llegar al agua. Por eso es normal, que se vaya anunciando a través de altavoces los horarios de cada día de la marea, para evitar accidentes.
2 Encontrarte unas termas romanas en el medio de la ciudad. El yacimiento-museo de las Termas Romanas de Campo Valdés se ha creado para preservar y dar a conocer unas termas públicas de la época en que la ciudad era una fortificación del imperio romano llamada Gegionem. Se encuentran bajo la calle muy cerca del paseo marítimo y reproducen las originales además de exhibir todos los hallazgos realizados. Si te gustan mucho los restos romanos, también puedes visitar restos de la muralla romana y la villa romana de Veranes en las afueras de la ciudad.
3. Aprender todo sobre Asturias y los asturianos en el Muséu del Pueblu d'Asturies. Este museo se creó en 1968 con el propósito de conservar y difundir la cultura del pueblo asturiano, sus tradiciones y costumbres, así como su historia. Comprende exposiciones de fotografías, antiguos instrumentos musicales y de uso doméstico, documentos. Destaca una colección de tradición oral: cantares, leyendas, cuentos, en la voz de sus pobladores más viejos.
4. Llegar a lo más alto de Gijón en el cerro de Santa Catalina para encontrarte con “Elogio del Horizonte” y poder escuchar el sonido del mar desde las alturas. Esta enorme escultura del famoso escultor Eduardo Chillida es una estructura de hormigón colocada en 1990, después de que el artista buscara por mucho tiempo un lugar idóneo en las costas del mar cantábrico, pesa 500 toneladas y si te colocas en medio de ella puedes escuchar el sonido del mar debido a efectos acústicos de la propia disposición de la escultura. Esto fue un hecho experimentado por Eduardo Chillida con mucha sorpresa ya que no estaba en sus planes.
5. Acércate caminando por el paseo de la playa para visitar la escultura “La Madre del Emigrante” (1970), uno de los símbolos de la ciudad. Conocida por los asturianos como la “LLoca del Rinconín” (la loca del rincón, ellos siempre tan irreverentes) refleja el sufrimiento de tantas madres que tuvieron que ver como sus hijos partían a América en busca de una vida mejor a través del mar. Mientras la ves con el rostro tan triste que te impacta, alzando su mano como queriendo alcanzar a su hijo, piensa un momento en lo que sintieron todas esas madres (entre ellas mis abuelas).
6. Hacer coincidir tu visita con dos grandes eventos en la ciudad. La Semana de la Novela Negra, con invitados de todo el mundo, y que se celebra en julio. Las fiestas de Gijón o Semana Grande, que coincide con la fiesta de la asunción de la Virgen el 15 de agosto. No te pierdas el espectáculo de fuegos artificiales la noche del 14, que se lanzan desde embarcaciones desde el mar y a ambos extremos de la playa. Es espectacular.
7. Sentir el ambiente de una fiesta de prau (fiestas en el campo) que se celebran durante el mes de verano en los pueblos cercanos. Son celebraciones coloridas que empiezan con la misa en honor al santo patrono del respectivo pueblo, acompañadas de bailes y música tradicional con la gaita y el tambor asturianos. A continuación, en una pradera cercana se puede beber y comer, con juegos para los niños y baile al atardecer. Yo, siempre que puedo, voy a la de Fano (el pueblo de mi papá que queda muy cerca), y es algo que vale la pena conocer.
8. Asistir a un partido del Sporting, equipo local de futbol en el estadio del Molinón, y si es contra el equipo rival de toda la vida el Real Oviedo mejor. Si en ese momento están en el grupo de primera división, cosa que casi nunca ocurre, podrás entonces verlos jugas contra el Real Madrid o el Barcelona.
9. Probar la gastronomía típica asturiana, como la famosa fabada, el queso cabrales y muchos otros platos, en cualquiera de sus muchos bares y restaurantes. Si eres un foodie consagrado, prueba los locales de estrella Michelin. Y acompaña todo con un culín de sidra, la bebida por excelencia de esta región (aunque los vascos crean que es de ellos).
10. Mientras recorres la ciudad puedes ir siguiendo la Ruta Gijón Goloso, preparada por el Ayuntamiento y en la cual con un mapa y la compra de un vale para 5 o 10 degustaciones recorre las pastelerías más famosas de la ciudad, cada una de las cuales ha preparado una degustación para esta ruta. Desde la más antigua, La Playa, abierta desde 1921, con su Tarta Gijonesa, hasta locales más modernos como Pomme Sucre y Punto Caramelo, especializada en alfajores argentinos, esta ruta constituye una forma original y deliciosa de conocer la ciudad. Mención especial para la antigua heladería Islandia, donde además de los sabores de siempre podrás degustar un helado de queso cabrales, sidra o fabada.
Me despedía de Gijón con ganas de más, así que en mi próximo viaje a Asturias pienso dedicarle más tiempo para conocer más a fondo sus calles, su cultura y su historia. Pero creo que este abreboca servirá para que ustedes, mis amigos, conozcan un poco de esta playera ciudad.