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Dubái y Abu Dabi: consejos y curiosidades para tu viaje


Viajar a nuevos destinos a veces nos suele parecer complicado sobre todo si se trata de países con culturas diferentes a la nuestra. Así que para facilitarles las cosas he decidido hacer una recopilación de todos los consejos que leí antes de nuestro viaje a Dubái y Abu Dabi en los Emiratos Árabes Unidos, así como algunas curiosidades interesantes. Es solo una lista orientativa pero creo que les será muy útil.


Llegar. La línea que más vuelos conecta desde Europa y Estados Unidos a Dubái es Emirates Air Line. Incluso, si tu destino final es un país de Asia o África y haces escala en Dubái, tienes la posibilidad de quedarte unos días con el sistema Stopover, sin que el precio del pasaje apenas cambie. Para ir a Abu Dabi desde Dubái, la mayoría de los turistas van en excursiones organizadas pero puedes ir por tu cuenta en coche alquilado. Queda a 1 hora de Dubái más o menos.


Población y economía. Sólo un 15% de la población es emiratí. Un 85% son expatriados, la mayoría provienen de India, Pakistán y Bangladesh para trabajar en la construcción o el sector servicios, pero en unas condiciones precarias. La economía de Dubái no depende del petróleo, sólo un 6%. En Abu Dabi la producción si es mayoritaria. Las áreas que reportan más beneficios para Dubái son la construcción y un turismo que va al alza con unos 15 millones de visitantes anuales.


Clima. Hace calor. Mucho. Sobre todo en verano (junio a septiembre) cuando se alcanzan los 50ºC, por lo que es preferible viajar de octubre a marzo. Abril y mayo hace más calor pero es buen tiempo para ir a la playa. Además, marzo y abril son los meses donde más ocurren tormentas de arena.


Moverse. Tienes que planificar bien tus recorridos porque las distancias son largas y por ejemplo el metro solo tiene dos líneas que no llegan a todos los sitios de interés. Es fácil conducir y alquilar un coche pero nosotros preferimos ir con tours organizados para aprovechar bien el tiempo. Existen muchas empresas de visitas organizadas con muy buenos precios, que harán más fácil tus visitas y aprovecharás mejor la experiencia (y aprenderás gracias a las explicaciones)


Transporte en Dubái. En general es bastante fácil moverse por Dubái, tanto en metro como en taxi, todos los carteles están en árabe y en inglés. Se paga todo con tarjeta de crédito. Las paradas de autobús y de metro son además excelentes para refrescarte porque están cerradas y con aire acondicionado, tienen para cargar los celulares y wifii gratis. En el metro existe un vagón sólo para mujeres y un “golden class”, que por una tarifa extra te permite viajar en asientos más cómodos y con más espacio. También existe un servicio de taxis sólo para mujeres, son como todos los taxis de color beige pero con el techo rosado, conducidos también por mujeres.


No es caro. Hay por supuesto lugares exclusivos a precios exagerados pero también muchas opciones para presupuestos más reducidos. Muchos paquetes de las agencias de viajes te incluyen todo, hasta los traslados, por precios muy aceptables.


Seguridad. Es una ciudad muy segura. Nos contaron que aunque no lo veas la policía está en todas partes y se aseguran que no ocurra nada en las zonas turísticas para mantener el prestigio de la ciudad como centro de turismo mundial. Los controles en aeropuertos y pasaportes son muy exigentes y las multas y sanciones por incumplir la ley son muy severas, llevando al arresto y a la cárcel en numerosas ocasiones. Hay tolerancia cero con el alcohol y las drogas, con penas muy duras. Especialmente con el alcohol al volante. Por lo general, el ciudadano local tiene un alto respeto por las leyes y los turistas evitan meterse en problemas.


Horarios. El viernes es un día sagrado (como el domingo en Europa). Las tiendas suelen cerrar por la mañana y volver a abrir a última hora de la tarde. En época de Ramadán también suelen tener horarios especiales.


Vestimenta. Los turistas se visten como quieran pero es verdad que las mujeres deben vestir discretamente por respeto a su cultura. Los trajes de baño y bikinis son permitidos en playas y piscinas, pero nada de topless. Para entrar a las mezquitas, los hombres deben llevar cubiertos hombros y rodillas, y las mujeres además cubrirse el cabello.


La moneda y cambio de dinero. La moneda en los Emiratos Árabes Unidos es el dirham (AED). 1€ = 4AED aproximadamente. Aunque se trata de una ciudad moderna, donde aceptan las tarjetas de crédito en prácticamente todos los lugares, es recomendable llevar algo de moneda local en el bolsillo, para pagar algún taxi o dar alguna propina. Puedes cambiar en el hotel o en alguna casa de cambio de los centros comerciales.


Compras. La gente que visita Dubái no puede dejar de ir a uno de su dos centros comerciales más famosos: Mall of the Emirates y el Dubái Mall. El primero alberga una pista de esquí en su interior y el segundo es el centro comercial más grande del mundo, pero tienen muchas otras atracciones además de sus tiendas. Hay de todas las marcas conocidas y de todos los precios. Pero no es un lugar para ir a encontrar grandes oportunidades, a no ser que sea la época de las grandes rebajas (que no fue nuestro caso).


Vacaciones de playa. Mucha gente no se lo imagina pero Dubái es un destino de playa, bañada por las aguas del Golfo Pérsico. Aunque muchas son privadas y pertenecen a las residencias privadas y hoteles, se puede disfrutar de algunas públicas con todos los servicios como Jumeira Beach o el complejo La Mer.


La ciudad del oro. Dubái también se conoce como “la ciudad del oro” porque en el zoco del oro hay más de 300 tiendas que comercian con él. De hecho, el 40% de las transacciones de oro que se hacen a nivel mundial son en Dubái. Incluso hay unos cajeros que dispensan piezas del preciado metal. Los precios están actualizados a tiempo real y puedes elegir entre barras de 1, 5 o 10 gramos de oro. Pero no es fácil verlas, nosotros no tuvimos la suerte.


Alcohol. El alcohol está prohibido para los musulmanes. Pero como gran parte de la población es extranjera se permite comprar bebidas alcohólicas con licencia. Para conseguirla hay que tener más de 21 años y cobrar más de 3.000AED al mes (unos 700 euros). La policía de la ciudad se encarga de revisar la solicitud con la documentación de la persona y aprobar la licencia, que se debe renovar cada año. Dubái tiene una animada vida nocturna durante los fines de semana, con concurridos bares y discotecas donde se permite beber alcohol. Los turistas pueden consumirlo en los bares y restaurantes de los hoteles, siempre y cuando estén dispuestos a pagarlo a precios muy altos. Nosotros con el calor, nos “escondíamos” en el bar del sótano de nuestro hotel con todos los turistas extranjeros a beber una buen cerveza helada.


Cerdo. También está prohibido para los musulmanes y es complicado encontrar carne de cerdo. Pero en lugares turísticos como los centros comerciales y en la zona financiera, donde viven muchos extranjeros, es posible comprarla en los supermercados separado del resto de los productos.


Cariño. Las muestras de afecto entre parejas también están prohibidas.


Y ahora, un mito: Dubái es una ciudad sin alma y sin historia. Que nació de la nada en medio del desierto, que todo es artificial y copiado de otros países del mundo. Pero no es del todo cierto. Dubái tiene historia, aunque no data de muchos años. En sus orígenes a finales del S. XIX era un pueblo de pescadores que comerciaban con perlas, beduinos nómadas que se asentaron a orillas de un arroyo que desembocaba en las aguas del golfo. La zona antigua es Al Fahidi, donde puedes descubrir parte de esa historia, ya que se conservan los edificios históricos, ajenos a la modernidad del resto de la ciudad. En el Museo de Dubái puedes aprender más sobre la historia del país.




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