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El Camino Primitivo de Santiago en Asturias: tras los pasos del Rey Alfonso II, el primer peregrino.


Se conoce como Ruta Jacobea Primitiva, al trayecto comprendido entre la ciudad de Oviedo en Asturias y Santiago de Compostela. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2015. Se le llama Primitivo porque fue Alfonso II, rey de Asturias, al conocer en Oviedo, la sede real y capital del reino, que en el bosque de Libredón, en la remota Iria Flavia, provincia de la Gallaecia, el ermitaño Pelayo acababa de descubrir la tumba del apóstol Santiago junto a las de dos de sus seguidores, decidió ir con los miembros de su corte hasta allí para comprobar que los restos hallados eran realmente los del discípulo de Jesús. Así que partió hacia el sepulcro. En aquella época, Galicia formaba parte del reino de Asturias, que constituía el último bastión cristiano de Hispania contra la invasión musulmana. El viaje lo realizó siguiendo el trazado de la calzada romana que, atravesando los valles interiores de Asturias, llevaba a Lucus Augusti (Lugo) y luego bajaba hasta Compostela. Curiosamente, es el mismo itinerario que los peregrinos aún recorren hoy en día. Había nacido el Camino de Santiago.

A propósito de la celebración en este 2021 el Año Jubilar de Santiago, aprovecho para contarles nuestro paseo por el Camino Primitivo en su parte asturiana, en auto (porque somos unos peregrinos muy flojos) para conocer así todos los antiguos monumentos que presiden la ruta desde hace tantos años y maravillarnos con la belleza del paisaje.


OVIEDO

El Camino Primitivo nace a las puertas de la catedral de Oviedo, justo en el lugar donde una placa indica que desde allí partió Alfonso II, lo que la convierte kilómetro cero del Camino de Santiago.

Oviedo fue elegida capital y sede de la Corte del Reino de Asturias por el rey Alfonso II el Casto (791-842) que construyó una iglesia dedicada a El Salvador para guardar el Arca Santa con las reliquias del cristianismo que se habían traído de la península para protegerlas de los musulmanes. La Catedral de San Salvador de Oviedo se levanta sobre la iglesia y las reliquias se conservan desde la Edad Media en la Cámara Santa (que era la capilla del palacio de Alfonso), y que era el segundo centro de peregrinaje más importante de España, después de Santiago de Compostela. Junto al altar mayor, la antigua imagen de El Salvador, imagen ante la que rezan los peregrinos que van camino a Santiago de Compostela pues, como decía la antigua canción medieval francesa: “…quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al Señor…” Es por esto por lo que muchos peregrinos llegan hasta aquí desde los diferentes caminos antes de seguir por el Camino Primitivo hasta Santiago.

Oviedo conserva importantes monumentos prerrománicos construidos por los reyes asturianos: La Cámara Santa, del siglo IX, que alberga las joyas más preciadas de la catedral (las cruces de la Victoria y de los Ángeles, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo respectivamente, la Caja de las Ágatas y el Arca Santa, que contiene un gran número de reliquias entre las que se encuentra el Santo Sudario); Santa María de Naranco, San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados. Los dos primeros se encuentran en el monte Naranco que domina la ciudad y el tercero a poco más de un kilómetro de la catedral, dentro de la actual ciudad moderna. También es destacable en Oviedo la fuente de Foncalada. Todos estos monumentos prerrománicos asturianos, junto con la iglesia de Santa Cristina de Lena fueron declarados Patrimonio de la Humanidad entre 1985 y 1998 bajo la denominación Monumentos de Oviedo y del Reino de Asturias. Merece mucho la pena visitarlos porque son maravillosos.


LAS REGUERAS

Aquí nos encontramos otro monumento prerrománico: la iglesia de San Pedro de Nora, construida por Alfonso II. En esta zona funcionaban varios albergues de peregrinos, pero sólo se conserva la capilla de Santa Ana (siglo XV), que tal vez formó parte de uno de aquellos hospitales. Muy cerca podemos visitar los restos de las Termas Romanas de Santa Eulalia de Valduno descubiertas hace poco y que son fechadas en el s. I


CANDAMO

El Camino Primitivo pasa en un breve tramo por el concejo de Candamo, atravesando el río Nalón por el Puente de Peñaflor, de estilo románico documentado en 1144, pero cuya fábrica actual data de la Baja Edad Media. Al otro lado del río, ya en el concejo de Grado, se encuentra la aldea de Peñaflor, que alberga la Iglesia Parroquial de San Juan, que conserva parte de sus estructuras románicas.


GRADO

Llegamos a la villa de Grado. Su origen se encuentra por las construcciones impulsadas por la monarquía astur en el camino a Compostela durante la Edad Media. Conserva su trazado medieval y varias partes de su muralla. El camino entra por la Capilla de San Pelayo, atraviesa el casco histórico y sale por el barrio de la Cruz, llamado así por un antiguo calvario de piedra. Entre los monumentos más destacados de la villa se encuentran la Capilla de los Dolores (siglo XVIII) de estilo barroco y el Palacio de Miranda-Valdecarzana (siglo XVII). En las afueras de Grado, podemos llegar a la aldea de El Fresno (El Freisnu) para visitar el Santuario de la Virgen de Santa María del Fresno, y donde en la Edad Media los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén gestionaban un hospital de peregrinos (en la actualidad hay un albergue en las antiguas escuelas).


SAN SALVADOR DE CORNELLANA

Como leí en algún blog cuyo autor no recuerdo, el sueño de cualquier peregrino es encontrarse en su camino con hallazgos sorprendentes e inesperados, que ponen una nota de emoción y de diversidad en su viaje de espiritualidad y aventura. Pues ahora nos encontramos con el imponente Monasterio de San Salvador de Cornellana, un conjunto barroco cuya iglesia luce un juego de ábsides románicos, y que luce un poco abandonado eso sí. Fue muy importante en la edad media. La infanta Cristina, hija del rey Bermudo II, lo fundó en el año 1024 y se retiró a orar en su interior. Hay una leyenda al respecto: se dice que eligió este lugar para erigir el convento porque ella misma, siendo niña, se había perdido por los bosques que poblaban estos parajes y fue rescatada por una osa que la adoptó y se ocupó de cuidarla hasta que sus padres la encontraron. Verdad o no, no dejes de fijarte en su fachada un relieve que muestra a la célebre osa amamantando a la pequeña infanta Cristina.



SALAS

Otra villa medieval. En su centro histórico visitamos la torre de la Casa Palacio de Valdés-Sala del s. XVI, que hoy es sede del Museo del Prerrománico. También la Colegiata de Santa María la Mayor que en interior guarda un imponente mausoleo de alabastro que pertenece a un importante personaje de la historia de Asturias. No olvides probar el dulce típico, los Carajitos del Profesor. Su historia arranca en 1918 cuando Pepín el profesor de música abre un café al que denomina "Casa del profesor" donde hacían unas pastas de avellanas, fruto seco de gran tradición en Asturias. Su curioso nombre procede de la exclamación de un indiano venido de las Américas que cada vez que se le apetecían unos de estos dulces le decía al profesor "¡dame un carajo de esos!", apelativo utilizado en muchos lugares de Latinoamérica, lo que hizo que pronto los vecinos empezaran a llamar a estas pastas como carajos o carajitos.



Vamos ahora a desviarnos de la ruta principal para en las afueras de Salas conocer la Iglesia prerrománica de San Martín de Salas del siglo X, rodeada con un cementerio presidido por un árbol de tejo milenario (el tejo el árbol sagrado de los celtas). La que antaño fuera iglesia parroquial de Salas, ubicada en un alto, a tan solo un kilómetro de la villa, conserva el encanto de la antigüedad, a pesar de las muchas reformas que ha ido experimentado a lo largo del tiempo. Conserva parte de sus elementos prerrománicos fundacionales, aunque lo que se exhiben en sus muros son réplicas ya que los originales se conservan en el Museo de la Torre del Castillo de Valdés-Salas. Muy cerca también está el Santuario de la Virgen del Viso, con mucha devoción, rodeada por robles centenarios y una vista increíble del entorno.


TINEO

Seguimos nuestro camino rodeados de un paisaje hermosos, valles, montañas, campos de cultivo y muchos peregrinos. Llegamos ahora a Tineo, en la ladera de una montaña. Dice el dicho que Tineo como villa, una maravilla. Los peregrinos entran por el campo de San Roque. Podemos visitar la Iglesia de San Pedro, el Museo de Arte Sacro o simplemente pasear por sus calles.

Muy cerca de la villa se esconde una antigua joya arquitectónica, que por llevar años abandonada está rodeada de paz, silencio y misterios. Se trata del Monasterio de Santa María la Real en Obona, conjunto monástico cuyas raíces se remontan al s. VIII y punto de tránsito de los peregrinos desde hace siglos. Aunque el claustro y las dependencias donde se hospedaban los caminantes están muy abandonados, la iglesia merece la pena la visita para encontrarte con un crucifijo románico muy bonito. Puedes pedir en el pueblo las llaves para visitarlo en solitario por dentro. Nosotros por la hora, no conseguimos al encargado. Pero si estuvimos un rato paseando acompañados de unos peregrinos que se encontraban descansando y que venían de Inglaterra y Madrid.


Y ahora otro desvío. Vamos hasta la aldea de Valentín para ver de cerca el llamado Carbayón de Valentín (carbayo es roble en asturiano), al que se le calculan entre 750 y 800 años. ¡Ya es mencionado en las crónicas antes del viaje de Colón! Sus ramas abarcan 17 metros de circunferencia y tiene 10 metros de altura, fue declarado monumento natural en 1995. Nos lo encontramos imponente, rodeado por el auténtico paisaje asturiano con capilla incluida (de San Pedro). No nos queríamos ir con aquel silencio y aquella paz, y es que las fotografías no le hacen justicia


POLA DE ALLANDE

El Camino Primitvo sigue ahora por Allande, y nosotros nos detenemos en su capital Pola de Allande, presidida desde lo alto por el imponente Palacio de Cienfuegos de Peñalba, un macizo palacete fortificado levantado en 1520 (privado, no se puede visitar). También la Iglesia parroquial de San Andrés, erigida en el siglo XVI, de estilo gótico. Muy cerca se puede ir hasta el yacimiento arqueológico del Castro de San Chuis, testimonio de la Edad de los Metales y también de la ocupación romana durante la explotación del oro en la zona, que ya nosotros dejamos para otra oportunidad. En cambio, preferirnos desviarnos para llegar hasta el Monasterio de San Juan Bautista de Corias, en la margen derecha del río Narcea y que se comunica con el pueblo a través de un puente de piedra del siglo XIV (Grandas de Salime). Es conocido como el Escorial asturiano, hoy en día Parador Nacional, pero merece la pena la visita.



GRANDAS DE SALIME

Comienza ahora la parte más dura del Camino para los peregrinos, atravesando el Puerto de Palos. Nosotros terminamos nuestro recorrido en la villa de Grandas de Salime, capital del concejo con una población actual que ronda los 600 habitantes. Su historia está ligada al Camino Primitivo, ya que en 1222 el rey Alfonso IX concedió un privilegio a la villa por el cual se obligaba a los peregrinos a atravesarla. Dentro del patrimonio de Grandas destacan la iglesia parroquial de San Salvador, que contiene estructuras románicas, góticas y barrocas; y el Museo Etnográfico, en la antigua casa rectoral del siglo XIX, donde se exponen referencias al medio rural asturiano. A pocos minutos del pueblo, aparece el embalse de Salime, rodeado por un bosque que sube hasta las cumbres de las montañas, y se esconde el castro de Chao Samartín, un asentamiento prerromano del s. IX a.C. Dejamos la visita para otra oportunidad porque tendremos que volver esta vez para conocer estos castros.


Ya sólo faltan 3 km más al oeste para después de atravesar el Puerto del Acebo cruzar la frontera con Galicia y entrar en la tierra del apóstol Santiago convertido en mito por un camino que empezó en el corazón del Asturias. Nosotros llegamos hasta aquí pero espero que este paseo haya servido para inspirar a los futuros a peregrinos a tomar esta ruta menos conocida de los Caminos de Santiago.


Los actores de las fotos son de las visitas guiadas de pregrinando.com en Oviedo, con los que hice algunas rutas por esa ciudad, y que son super entretenidos y útiles para aprender más sobre la historia de Asturias. Desde aquí les mando un saludo.


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