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Caracas: Por Caño Amarillo y La Pastora siguiendo la Ruta de Carlos Gardel


Carlos Gardel, el famoso cantante de tangos, se encontraba en Nueva York grabando los temas de su famosa película “El día que me quieras”, cuando anunció la gira que llevaría a cabo por varios países de América Latina, incluyendo Venezuela. Y es así como, el 25 de abril de 1935, dos meses antes de su muerte en accidente de aviación, llegó en barco al Puerto de La Guaira procedente de Puerto Rico.


En ocasión de la celebración de la Semana del Tango en Caracas, la compañía de baile Gira Tango, con el patrocinio de las Embajadas de Argentina y Uruguay, y la organización “Te Paseo y te Cuento”, organizaron un recorrido por los lugares de Caracas que visitó Gardel en esa oportunidad. Y allí nos fuimos, conociendo los detalles de una visita que movió multitudes como nunca antes se había visto en la ciudad.

Les contamos a continuación como fue el desarrollo de esta gira por Caracas, según la cuenta los cronistas de la época. En La Guaira, una limousine estaba preparada para trasladar al ilustre visitante y en ella partió junto a sus guitarristas. Tanto fue el desborde popular que Gardel debió refugiarse en la fábrica de vidrios de Maiquetía, donde aplacó la sed por el calor que hacía, dicen los cronistas, y siguió su camino, siempre rodeado por multitud de admiradores, hasta el hotel “Miramar” en Macuto donde almorzaría y descansaría antes de seguir viaje a Caracas en ferrocarril.


Foto tomada de internet


Nos siguen contando los cronistas que allí lo esperaba un grupo de más de cien mujeres, imaginamos como seria el alboroto, ante la sorpresa de los organizadores, ya que el almuerzo no había sido anunciado públicamente. Cuentan que Gardel soportó pacientemente y sonriente los empujones y pellizcos de las damas hasta que fue “rescatado” y llevado a la terraza del hotel donde estaban los representantes de la prensa, para luego pasar al almuerzo. Desde el Hotel “Miramar” Gardel y su comitiva se dirigieron hasta la estación de trenes de La Guaira, ubicada frente a la Aduana, y soportando un caluroso trayecto de dos horas, llegó a las 3.30 de la tarde a la estación Caño Amarillo, en Caracas.


Y aquí comenzó nuestro recorrido. En la estación Caño Amarillo, que actualmente es una estación del Metro de Caracas por cuanto el ferrocarril ya no existe. Y comenzamos en la Plaza Carlos Gardel, construida en ese mismo sitio en 1983 para conmemorar la llegada de Gardel a nuestra ciudad. Es un monumento de bronce obra de la prestigiosa artista franco-venezolana Marisol Escobar. Gardel aparece con sus brazos abiertos en actitud de cantar, secundado por dos guitarristas.


Luego nos dirigimos al edificio a una de las sedes de las oficinas del Metro, por cuanto en su interior se conserva la antigua estación del ferrocarril, y en el marco de este lugar, nos siguieron contando el paso de Gardel por Caracas.


Nos dicen los que relataron los acontecimientos: Al arribar a la estación Caño Amarillo en Caracas, el tren fue literalmente invadido por admiradores impacientes y Gardel debió ser resguardado por sus acompañantes. El recibimiento fue apoteósico. En medio de ese gran tumulto, los viajeros lograron refugiarse en los automóviles que les aguardaban, y partieron hacia sus alojamientos en el Hotel “Majestic”, que era uno de los más lujosos de la época. El trayecto, que no llega a mil metros no se pudo terminar en carro, el cual fue averiado por el público. Gardel bajó del mismo y llegó al Hotel caminando y a ratos en andas, sobre los hombros del público, durante varias cuadras.


El Hotel Majestic había sido inaugurado en 1930, y se localizaba al frente del Teatro Municipal, hasta donde nos dirigimos en nuestro recorrido, por cuanto el Hotel ya no existe, fue demolido en 1949 para dar paso a las obras del Centro Simón Bolívar. Para que tengan una idea de lo grandioso que era este hotel en los años 30, conseguí esta foto en internet. Y yo pongo la mía del Teatro Municipal y el actual Centro Simón Bolívar.


Las presentaciones de Carlos Gardel, ocho en total, se celebraron en el Teatro Principal. Construido en 1931, se ubica en una de las esquinas de la Plaza Bolívar de Caracas. Allí se mantiene, recientemente remodelado. En este Teatro, Gardel interpreto sus canciones más famosas como “Cobardía”, “Carnaval”, “El Carretero”, “Insomnio”, “Tomo y Obligo”, “Por una cabeza” y “Mi Buenos Aires querido”. La última función en el Principal fue a un precio mucho menor que en las presentaciones anteriores, a solicitud del propio Gardel, para que así la gente de escasos recursos también pudiera verlo en escena. Después de estas presentaciones en el Principal, todavía realizó dos más en el Teatro Rialto, situado en la misma calle del Principal, frente a la Plaza Bolívar. Calculan que 14.500 personas que vieron a Gardel durante sus actuaciones en estos teatros. Pues allí nos fuimos caminando, hasta la Plaza Bolívar.


Gardel en La Pastora


La Pastora es una antigua zona de Caracas, caracterizada por sus casas adosadas una al lado de la otra, de una sola planta y con grandes ventanales que dan a la calle. Muchas de ellas están pintadas con diferentes colores.


Nos dirigimos allí durante nuestra Ruta Gardeliana por dos motivos. Primero, pasamos por delante de una casa privada de color rosado, la número 57, entre las esquinas de Gloria y San Fernando, que fue la casa donde Gardel hizo una presentación en una cena privada. Ocurrió que al llegar había una gran cantidad de vecinos esperando en las afueras de la casa para verlo, por lo que Gardel se dedicó a saludar a todos los que allí esperaban y, además, pidió que se sacaran las cornetas a la calle para que todo el mundo pudiera oírlo durante su presentación. Es por esta razón que las familias más antiguas de la zona, recuerdan haber oído esta historia a sus padres y le guardan un especial cariño a este artista.


También visitamos otra casa muy relacionada con Gardel. La casa de Gilberto González, en la misma Plaza La Pastora, junto a la Iglesia, y que es la sede desde hace treinta años de la Peña Tanguera La Pastora, una de la más activa del país, y que cada 24 de junio, fecha en que se conmemora la muerte de Gardel, organiza un acto en la plaza con música y bailes, un homenaje anual a “El Morocho” que recibe el nombre de “Un viejo tango para mi Pastora”. También conmemoran el 25 de abril, fecha de la llegada de Gardel a Caracas. El Señor González falleció hace un año, pero todos los que participamos en el recorrido fuimos recibidos en la casa por su esposa e hijas, que han mantenido todo como estaba, en una habitación destinada a recordar a Carlos Gardel, con fotos, películas y cuadros. Amablemente estuvieron compartiendo con nosotros anécdotas de su padre y de su afición por el tango y admiración por Gardel. Hasta nos regalaron un cafecito. Fue una linda experiencia y desde aquí queremos agradecerles por sus atenciones.



Concluidas sus presentaciones en Caracas, Gardel estuvo presentándose también en Valencia, Maracaibo y Cabimas con el mismo éxito. Visito la ciudad de Maracay, invitado por el Presidente Juan Vicente Gómez, para que fuera a cantarle en su presencia. Cuentan los cronistas que Gómez, quien siempre usaba guantes por temor a tocar a otras personas, se quito el guante para darle la mano a Gardel.


Y así concluyó su estancia en Venezuela. Poco más de un mes después, Gardel falleció en accidente de aviación en la ciudad de Medellín, el 24 de junio de 1935. Sin embargo, su fama siguió creciendo desde ese día y siempre en todo el mundo se recuerda al maravilloso Carlos Gardel, aún hoy en pleno s.XXI.


Y para terminar, disfrutamos tangos en El Calvario


Nosotros para terminar nuestro paseo nos dirigimos a El Calvario. Su construcción fue ordenada por el presidente Antonio Guzmán Blanco a unos paisajistas franceses para crear un jardín botánico y un paseo en la colina de El Calvario, inaugurada en 1883. Ha sufrido varias reformas, pero todavía comprende el Arco de la Federación, paseos ajardinados, plazas, fuentes y numerosos bustos y estatuas. En la parte más alta de los jardines se encuentra un Gazebo y allí, con una maravillosa vista de Caracas, presenciamos un maravilloso concierto de tangos y admiramos a los miembros de la compañía de baile Gira Tango, bailar para todos nosotros. Por lo tanto, podemos decir que cerramos con broche de oro nuestro paseo.




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