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La calle más aristocrática de Caracas: de la esquina El Conde a la esquina de Carmelitas


Caracas comparte con Yucatán, en México, el ser las únicas ciudades del mundo cuyas esquinas tienen nombre, muchos de los cuales ya vienen de la época colonial. Y gracias a los nombres de sus esquinas, podemos conocer la historia de la calle más aristocrática de Caracas, de Conde a Carmelitas, historia que se remota a los tiempos cuando la ciudad pertenecía al Reino de España.


La imagen de la esquina El Conde en el s. XIX que preside nuestro post y en la que se ven las casas de los Condes que protagonizan nuestra historia (tomada amablemente de internet), esta tomada desde el mismo lugar que la mía, con la torre de la Catedral de Caracas al fondo.


En el centro de Caracas se encuentra la esquina “El Conde”, que le debe su nombre a los condes que tenían su casa en esta esquina en el s. XIX, el Conde de San Javier y el Conde de La Granja, una frente a la otra. Los cronistas dicen, con justa razón, que la "Esquina el Conde" debería llamarse con propiedad esquina “de Los Condes”. Pero no sólo estos condes vivían aquí. Un poco más al norte, se ubicaba la casa del Conde de Tovar, en la esquina que también tiene un nombre, la esquina de “Carmelitas”, debido al monasterio que se ubicaba frente a la Casa del Conde de Tovar, y que le ganó en la fama para llamar así a esta esquina.


Los nobles de Caracas


Seis criollos caraqueños llevaban títulos nobiliarios españoles al concluir el siglo XVIII: Martín Tovar y Blanco, conde de Tovar; Francisco Felipe Mijares de Solórzano, marqués de Mijares; Francisco Rodríguez del Toro, marqués del Toro; Fernando Ignacio Ascanio de Monasterios, conde de la Granja; José Antonio Pacheco y Rodríguez del Toro, conde de San Javier, y Jerónimo de Ustáriz y Tovar, marqués de Ustáriz. Este último era el único que residía en España, los demás habitaban en la ciudad de Caracas. Habían adquirido sus título al rey de España con las rentas producto de sus haciendas de cacao por lo que el pueblo los llamaba “grandes cacaos” en razón de que los títulos de nobleza los obtenían con la explotación de esta semilla (y desde entonces se llama así a las personas importantes de la clase alta). Estos títulos fueron abolidos con la primera constitución venezolana de 1812, a raíz de la independencia de España, la cual sancionaba la creación de un orden republicano, aboliendo los privilegios y consagrando la igualdad de los ciudadanos.


La Casa del Conde de la Granja


La casa de Don Fernando Ignacio de Ascanio, conde de La Granja desde 1795, estaba situada en el ángulo sureste de la actual Esquina del Conde. Allí había vivido en el s. XVII su tío más famoso, el historiador y militar Teniente General José Oviedo y Baños, autor de “La Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela. Don Fernando se mantuvo del lado del rey al momento de declararse la Independencia de Venezuela. En 1814, se dirigió al pueblo del Valle, en la entrada de Caracas, para entrevistarse con el terrible Boves y manifestarle su apoyo, pero fue fusilado allí mismo por las tropas del temible guerrillero. Su cuerpo fue enterrado el día 10 de julio del mismo año en la Catedral de Caracas, con el hábito de La Merced.


El Conde de la Granja no tenía herederos. La casa pasó a unos sobrinos y mucho después fue adquirida por la familia Boulton. Sería derribada hacia 1925 para la construcción de la parte norte del “Pasaje del Capitolio”, que todavía hoy existe. Los historiadores señalan que el portón de esta casa se dejo en pie al ser construido el pasaje, pero no sobrevivió a posteriores remodelaciones. En la esquina, a un lado del pasaje, se construyó en 1948 el famoso Hotel El Conde, que hoy en día sobrevive en el mismo lugar.



La casa del Conde de San Javier


La casa del Conde de San Javier, Don Antonio Pacheco, estaba situada justo enfrente de la del Conde de La Granja. Vivía en ella desde el año 1732, y adquirió su título mediante el pago al rey de de 22000 ducados ya que era un rico hacendado de las mejores vegas de café y cacao. En esa casona se instaló la Junta Suprema de Caracas Conservadora de los Derechos de Fernando VII, el 20 de abril de 1810 y, en 1811, se congregaron en sus salones los Diputados del Primer Congreso de Venezuela. Muchos años después, en ella se encontraba la Imprenta Nacional, después “El Eco Venezolano” y por último “El Nuevo Diario”, órgano de la dictadura de Juan Vicente Gómez.


La mansión fue demolida años después y en 1934 se decreta la construcción allí mismo del Palacio de Agricultura, sede del Ministerio de Salubridad y Agricultura y Cría, y en 1936 es destinado como sede del Ministerio de Educación. Desde entonces es considerado uno de los símbolos del inicio de la modernización de la ciudad. Hoy en día es la sede de la Biblioteca Metropolitana de Caracas Simón Rodríguez, Área Ciencias Sociales y Humanidades.



La casa de los Condes de Tovar


Hacia el norte de esta esquina El Conde, estaba situada la casa del Conde de Tovar, Don Martin de Tovar y Blanco, capitán de milicias y alcalde de la ciudad, que obtuvo el título del Rey Carlos III en 1771, además de vizconde de Altagracia. Descendiente por línea paterna del conquistador Alonso Díaz Moreno. La casa fue construida en 1785. En esta casa se hospedaron Humboldt y Bonpland para descansar la tarde de su llegada a Caracas, en 1800. Entre 1860 y 1861, se convirtió en residencia presidencial cuando desempeño las funciones de presidente de Venezuela Don Manuel Felipe de Tovar, bisnieto del primer Conde, y a quien en línea de sucesión correspondía el titulo, eliminado por las leyes republicanas. La mansión conservó la fachada aristocrática hasta 1933, cuando fue convertida en Oficina de Correos, cuando fue reformada por completo incluyendo la construcción de la fachada de estilo gótico que hoy en día se conserva. La foto que sigue la encontré en internet y me gustó más que la que yo tomé, entre otras cosas porque hoy en día el edificio ha sido pintado de un color horrible.


Foto tomada de: http://paralelo10.blogspot.com/2009/07/correo-esq-carmelitas.html



La casa del Conde de Tovar se encontraba en la hoy conocida esquina de "Carmelitas", y justo enfrente estaba por supuesto, el Convento de Carmelitas. Clausurado el convento por el presidente Guzmán Blanco, se instaló en el edificio la Tesorería Nacional, y más tarde, completamente remodelado, fue ocupado por el Ministerio de Hacienda, hasta que fue demolido para dar paso a la Avenida Urdaneta y al hoy edificio del Banco Central de Venezuela.


Convento de Carmelitas modificado para sede del Ministerio de Hacienda. Foto tomada de:

http://conociendolasesquinasdecaracas.blogspot.com/2011/11/esquina-de-carmelitas.html

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