Tras los pasos del joven BolÃvar en Madrid
- Beatriz Vigil
- 24 jul 2018
- 6 Min. de lectura

Aprovechando que estábamos en Madrid, y después de nuestros recientes paseos por Caracas siguiendo las rutas de Simón BolÃvar y MarÃa Teresa, nos preguntamos, ¿por dónde andarÃa el Libertador durante su estancia en esta ciudad española? Asà que investigamos y diseñamos esta pequeña ruta por los lugares que fueron testigos de sus andanzas, su aprendizaje y donde encontró al gran amor de su vida.
El que fuera el primer viaje de BolÃvar a Europa se inicia el 9 de enero de 1799, cuando se embarca en La Guaira. TenÃa para entonces 15 años. Haciendo escalas en el puerto de Veracruz y en La Habana, llega el 31 de mayo al puerto español de Santoña, en las costas vascas, desde donde prosigue camino a Madrid para encontrarse con sus tÃos maternos Pedro y Esteban Palacios y Blanco que allà vivÃan y donde Esteban ocupaba un alto cargo en el Real Ministerio del Tesoro y, por ende, participaba en la corte del rey Carlos IV. BolÃvar vivirá en Madrid, con algunos viajes, 3 años. Y ahora vamos a seguir los pasos de BolÃvar por Madrid.
La residencia de Carlos Mallo, favorito de la reina, calle del PrÃncipe
Al llegar a Madrid, BolÃvar se estableció con su tÃo Esteban en la residencia de otro caraqueño, Manuel Mallo, que habÃa logrado un puesto en la corte como Mayordomo de Semana, un cargo relativamente modesto pero que le significaba importantes ingresos, aunque según los rumores no era por el trabajo sino porque mantenÃa una relación con la reina MarÃa Luisa de Parma, esposa de Carlos IV. Gracias a estos contactos, BolÃvar será presentado en la Corte del Rey menos de una semana después de su llegada en el Real Palacio de Aranjuez, siendo luego invitado en muchas ocasiones, incluso se cuenta que llegó a jugar una partida de algo parecido al tenis con el prÃncipe heredero, al que accidentalmente le tumbará la corona, y que no sabÃa entonces este joven que lo hará perder su ricas sus colonias americanas años después cuando sea el rey Fernando VII, comenzando la decadencia de España.
En relación a este punto de nuestra ruta, no hemos podido encontrar el lugar exacto de la calle donde vivÃan, pero asà luce la calle hoy en dÃa.

Nueva residencia, la Calle de los Jardines, 13
Más adelante llega a Madrid el tÃo más joven de BolÃvar, Pedro Palacios y Blanco, que además era no de sus más cercanos amigos. Deciden trasladarse a una vivienda más cómoda, en el número 13 de la calle de los Jardines. Desde allà asistirá a clases en la cercana Academia de San Fernando o en su casa con profesores particulares. Hoy en dÃa la calle de los Jardines es una pequeña calle rodeada por viejos edificios de apartamentos muy cerca de la Gran VÃa y de la Puerta del Sol.


Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, calle de Alcalá 13
Al llegar a Madrid, BolÃvar estudia la lengua castellana, historia, matemáticas, los clásicos modernos y antiguos, además de baile y esgrima por las necesidades sociales de la época. Para superar las deficiencias de la educación que recibió en Caracas, le fueron puestos profesores particulares. El mismo BolÃvar cuenta que asiste además a clases en la Academia de San Fernando, según los historiadores posiblemente como oyente. Y hasta allà nos dirigimos, el mismo edificio de la época en que BolÃvar lo frecuentaba, con las debidas reformas.

La casa del Marqués de Ustáriz, calle Atocha 8
Intrigas en la corte, y el descenso de la influencia de Mallo, obligaron a los tÃos de BolÃvar a alejarse de Madrid, quien pasa a vivir entonces en la casa de otro venezolano, el Marqués de Uztáriz, don Gerónimo Enrique de Uztáriz y Tovar, en el número 8 de la calle Atocha.
El marqués, que tomó bajo su protección y tutela al joven BolÃvar, ejerció una gran influencia en su educación. En el salón de su amigo, BolÃvar compartió con una sociedad elegante, culta y liberal, en las veladas nocturnas organizadas por el marqués, donde se hablaba de literatura, arte y polÃtica, y se discutÃa sobre los principales problemas del mundo en los inicios del s. XIX. El marqués tenÃa una gran biblioteca donde BolÃvar inició su pasión por la lectura.
En esta casa sucedió un hecho trascendental para la vida de BolÃvar. En 1800 conoció a MarÃa Teresa RodrÃguez del Toro, hija de don Bernardo del Toro, un noble y rico criollo caraqueño que vivÃa en Madrid, de quien se enamoró perdidamente y con la que se casó en 1802. Nos dirigimos a la calle Atocha para sentir la esencia del joven BolÃvar, aunque ya hoy es una avenida muy moderna que nada tiene que ver con la antigua.
En Madrid se encuentra también un Palacio del Marqués de Uztáriz, que está abandonado y en ruinas. Algunos autores señalan que ahà fue donde llegó a vivir BolÃvar, cosa que no nos parece desacertada por la proximidad a la casa donde vivÃa MarÃa Teresa y la parroquia donde se casaron. Se encuentra el número 25 de la Calle de San Mateo, en un extremo de la Plaza de Santa Barbara. Hasta allà nos acercamos también.

La casa de MarÃa Teresa, calle Fuencarral, 2
Nos acercamos a la calle Fuencarral, entrando por la Gran VÃa. Entre los muros del primer y segundo edificio a mano derecha se encuentra a la altura del primer piso, escondida por un árbol, una placa donde se señala la casa donde vivÃa la joven que se convertirÃa en la esposa del «genio de la raza», tal y como lo califica el cartel. El edificio por supuesto ya no corresponde con el de la época.

El lugar de la desaparecida Iglesia de San José, donde contrajeron matrimonio, calle Gravina con Libertad
Según los registros oficiales, el matrimonio del Libertador se llevó a cabo en la antigua Iglesia Parroquial de San José, que estaba en la esquina de la calle Libertad con calle Gravina, el 26 de mayo de 1802, BolÃvar, con 19 años, y MarÃa Teresa de 21. La zona ha sido modificado con el pasar de los años hasta convertirse en la actual calle donde no quedan pistas de la Iglesia y donde se levanta un edificio de apartamentos. Sin embargo, cuando pasas por allà y levantas la cabeza, te encuentras una pequeña placa colocada en la fachada del edificio de apartamentos de la esquina, en un primer piso y entre dos ventanas, que pasa desapercibida para los que no lo saben, recuerda que sobre ese lugar se levantaba el templo que unió a esta pareja en 1802.


Iglesia de San José de la Calle de Alcalá, la iglesia de la confusión
Como las crónicas señalan que el matrimonio tuvo lugar en la Iglesia de la parroquia de San José, su posterior desaparición y la existencia de otra iglesia con el mismo nombre llevó a numerosas equivocaciones entre los historiadores, las autoridades del gobierno de Venezuela y los ciudadanos curiosos. AsÃ, en la Iglesia de San José situada en el número 43 de la calle de Alcalá, habÃa una placa conmemorativa que afirmaba haber sido el espacio donde se realizó el enlace nupcial, aunque en realidad nunca fue asÃ. Muchos venezolanos acudieron a la Iglesia por creer estar en el lugar donde se casó BolÃvar. Esa placa fue retirada hace años, pero a petición de las autoridades venezolanas, la Iglesia de San José aceptó colocar una nueva placa en 1980 con la condición de que se hiciera la aclaratoria de que la boda del Libertador se habÃa celebrado en la Parroquia de San José y no en dicha Iglesia. A pesar de que se realizó esta mención, la mayorÃa de los visitantes siguen pensando que este es el lugar exacto del enlace nupcial.
Cuando estuvimos de visita, la fachada de la Iglesia se encontrada tapada por estar en obras de mantenimiento asà que no pudimos ubicar la placa en cuestión en ningún lado. Dejo aquà la que se puede encontrar en internet, esperando que una vez finalizadas las obras la vuelvan a colocar, lo cual no es seguro.

Esta es la placa que estaba colocada, conseguida en internet:

La estatua del Libertador en Madrid, Parque del Oeste
Y ya para finalizar nuestra ruta, nos acercamos al Parque del Oeste. Allà se encuentra desde 1967 la estatua ecuestre del Libertador con la que lo honra la ciudad de Madrid. Estuvimos un rato admirándola imaginando los años que pasó nuestro Libertador en Madrid, lo mucho que vio, lo mucho que aprendió y lo mucho que amó, por las calles de esta castiza y antigua ciudad.
