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Una ruta por la Caracas del siglo XIX


Les propongo una ruta para recorrer los lugares en los que mejor se aprecia la Caracas del s. XIX, edificios que marcaron un antes y un después en la arquitectura caraqueña y que fueron el inicio del proceso de modernización de la ciudad. Los presidentes Antonio Guzmán Blanco y Joaquín Crespo promoverán la construcción de obras para embellecer la capital, sobre todo el primero de ellos, que quería hacer de la ciudad una pequeña París y se dedicó a levantar monumentos, plazas, paseos con jardines, teatros, iglesias.


Para empezar este recorrido, nos vamos a ir directamente en metro hasta la estación Capuchinos para luego, dando un paseo, encontrarnos de frente con el Arco de la Federación, mandado a construir por el presidente Crespo en 1895 en recuerdo de la Guerra Federal ocurrida entre 1859 y 1863.

Y llegamos a El Calvario, hoy llamado Parque Ezequiel Zamora, aunque nadie lo conoce por este nombre. Su construcción fue ordenada por Guzmán Blanco a unos paisajistas franceses para crear un jardín botánico y un paseo en la colina de El Calvario, inaugurado en 1883 con el nombre de Paseo Guzmán Blanco.

En lo alto de las escaleras, nos encontramos jardines a lo largo de terrazas y escaleras de mármol, estatuas y una estatua de Simón Bolívar en lo más alto, que fue colocada mucho después para sustituir la famosa estatua de Guzmán Blanco (que el mismo colocó), llamada popularmente “El Manganzón” que fue derribada luego que éste saliera del poder. Cuando Crespo asume el gobierno en 1884 concreta nuevas ampliaciones y le cambia el nombre a Paseo Independencia. En ese mismo año se incluyó construyó la Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, de estilo gótico. En 1898 se construye el monumento a Cristóbal Colón, que además de la estatua también le incorporaba unas escaleras llamadas Graderías de Colón, hoy conocidas como las escalinatas de El Calvario. La estatua de Colón ya no existe.

Desde los miradores de este parque podemos apreciar la zona de Caño Amarillo donde se encuentra la Villa Santa Inés, residencial particular de Joaquín Crespo construida en 1885, y a la que yo fui cuando recorrimos la zona en la ruta de Carlos Gardel que ya les conté en otra oportunidad. Pero nos conformaremos con verla un poco de lejos. También se ve la Iglesia del Perpetuo Socorro, mejor conocida como Iglesia de Pagüita construida en 1884 de estilo neogótico y el Palacio de Miraflores, que se empezó a construir en 1884 y pasaría después a ser la residencia presidencial. Sería Crespo quien promoviera todas estas construcciones para mejorar el entorno de su residencia particular Santa Inés (actualmente están en proceso de restauración).

Seguimos nuestro recorrido, después de bajar la famosa escalinata, porque ya que estamos allí lo haremos para sentir como se hacía en la Caracas de esa época. Volvemos en metro o dando un paseo de unos quince minutos para llegar al Teatro Municipal de Caracas. Fue inaugurado el 1° de enero de 1881 con el nombre de Teatro Guzmán Blanco con la presentación de la ópera Il trovadore de Giuseppe Verdi, interpretada por la Compañía de Ópera Italiana Fortunato Corvaba. En 1888, durante el gobierno de Rojas Paul, el edificio paso a llamarse Teatro Municipal. Desde sus inicios su programación estuvo dedicada exclusivamente a la ópera, la zarzuela y la música sinfónica.

Un poco más adelante, la famosa Basílica Menor de Santa Teresa, donde se encuentra la venerada imagen del Nazareno de San Pablo, una de las más conocidas de la Semana Santa caraqueña. Construida entre 1870 y 1881 por ordenes de Guzmán Blanco después de las muchas críticas que recibiera su decisión de derribar la antigua Iglesia de San Pablo, donde se conservaba la imagen, para construir el Teatro Municipal. Esta basílica está compuesta por dos iglesias de estilo neoclásico unidas entre sí por una cúpula donde se sitúa bajo ella el altar mayor.

Subimos ahora hasta la esquina San Francisco para admirar la hermosa Fachada del Palacio de las Academias y que fuera ordenada por Guzmán Blanco en 1876 cuando el edificio era la sede la Universidad Central de Venezuela, aunque ha sufrido desde entonces varias reformas.

Seguimos subiendo y llegamos al Palacio Federal Legislativo, mejor conocido como el Capitolio, de estilo neoclásico. Construido entre 1872 y 1877 por órdenes de Guzmán Blanco en su afán de modernizar la ciudad para servir de sede a los tres poderes públicos, aunque desde 1961 sirve solo para el poder legislativo nacional.

Diagonal al palacio, la Plaza Bolívar, ubicada en el mismo lugar donde funcionada la Plaza Mayor desde la fundación de la ciudad en 1567. Será Guzmán Blanco (como le gustaba a este señor decorar la ciudad) quien en 1872 inicie la renovación de la plaza al mejor estilo de las plazas francesas, con jardineras, árboles, recrear en las esquinas las cuatro estaciones del año, primavera, verano, otoño e invierno con cuatro fuentes de hierro ornamentales, instalar unos 100 postes de hierro con diferentes decoraciones y rodear la plaza con una barandilla de metal. Las pequeñas escaleras al sureste de la plaza le dieron nombre a esa esquina conocida como Gradillas. El 7 de noviembre de 1874 es inaugurada la estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar en el centro de la plaza con el repique de campanas y 21 cañonazos. La obra del escultor italiano Adamo Tadolini es una réplica de la estatua de la Plaza Bolívar de Lima en Perú. Mide 4 metros de altura, en ella Bolívar está sobre un caballo encabritado sostenido por sus patas traseras apoyado sobre el pedestal que posee dos gradas. En 1894 se decide colocar luz eléctrica en la plaza. Una foto aquí es obligatoria para todos.

Subimos ahora por la esquina de la Plaza opuesta a la Catedral de Caracas para llegar a la Avenida Urdaneta donde nos encontraremos con la Basílica Menor de Santa Capilla. Inspirada en la Sainte Chapelle de París esta capilla dedicada al Santísimo Sacramento fue inaugurada en 1883 por Guzmán Blanco, aunque no es completamente la original ya que el terremoto de 1900 la afectó seriamente. En 1926 es designada Basílica Menor por el Papa Pío XI en reconocimiento por ser el sitio donde se ofició la primera misa de Caracas. Es además Monumento Histórico Nacional.

Vamos ahora a dar un paseo por la Avenida Panteón para llegar a la obra más conocida de Guzmán Blanco: el Panteón Nacional de Venezuela. En 1874 Guzmán decreta que la iglesia de la Santísima Trinidad, por entonces ubicada en lo más alto de la ciudad, fuera convertida en Panteón Nacional para conservar los restos de los héroes de la Independencia y de personajes venezolanos ilustres. Esta iglesia había sido construida entre 1744 y 1780, pero fue destruida en 1812 por el terremoto de Caracas, siendo que desde entonces no se habían podido terminar las obras de su reconstrucción. Fue inaugurado el 28 de octubre de 1875 y un año después fueron trasladados los restos del Libertador desde la Catedral de Caracas. Su aspecto actual se corresponde con las reformar que se hicieran en 1929 en el marco de la conmemoración del centenario de la muerte del Libertador.

Y aquí concluye nuestro paseo. Una Caracas que en un corto período de tiempo estrenó sus obras arquitectónicas más famosas y fueron el primer impulso para todos los desarrollos que empezaron a levantarse en las décadas siguientes para darle forma a la Caracas que hoy todos conocemos.


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