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Un paseo por Faro, la capital del Algarve


Hoy vamos a pasear por esta ciudad del sur de Portugal. Faro, con un precioso casco histórico, llena de monumentos, y rodeada de hermosas playas (mucho menos concurridas que sus vecinas), está experimento un nuevo impulso en los últimos años. Aunque no es tan famosa como sus vecinas del Algarve, centro de la atención del turismo de playa de Europa, con su oferta hotelera que va desde las pequeñas posadas hasta los mejores resorts de lujo, cada vez más son los turistas que llegan (el aeropuerto internacional se encuentra allí mismo y dedican un par de día a conocer sus encantos. Yo te voy a contar aquí todo lo que esta pequeña ciudad tiene para ofrecernos. Vamos a ello.


Conociendo el centro histórico

Vila Adentro, el centro histórico de Faro rodeado por la antigua muralla de los romanos y varios arcos que sirven de entrada es pequeño y se puede visitar dando un agradable paseo. La Oficina de Turismo está situada a un lado de la llamada Puerta da Vila, y allí te darán un mapa y toda la información que necesites. No hay mucha oferta en cuanto a visitas guiadas, pero nosotros tuvimos la suerte de hacerlo con farofreewalkingtour.com (sólo en inglés) quien nos ilustro muy bien sobre la historia de Faro y las costumbres de la zona. Un saludo le mandamos desde aquí.

Desde el Arco da Vila comenzamos nuestro recorrido. En primer lugar nos encontramos con los restos de la muralla original y de una de las puertas árabes del siglo XI, el arco de cerradura más antiguo de Portugal, puerta que servía de entrada a la ciudad para quien llegaba por mar en aquella época.

Desde aquí recorriendo las lindas calles empedradas con las típicas casas en blanco y colores pasteles llegamos al Largo de la Sé o Catedral. Esta plaza, decorada con los famosos naranjos del Algarve, está presidida por la estatua del rey Afonso III, que conquistó la ciudad a los musulmanes en 12491 y mandó a construir la Catedral (gótica) sobre antiguas ruinas romanas y de una mezquita. El interior está decorado con los típicos azules y unos bellos retablos dorados. La torre de la Catedral o campanario sirve de mirador, desde donde puedes ver la ciudad y parte del Parque Natural de la Ría Formosa que la rodea.

En el centro se encuentra también el Museo Municipal de Faro, instalado en el antiguo Convento de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, un bonito edificio con su claustro y jardines, donde se conservan los hallazgos arqueológicos más importantes de la ciudad, empezando por un maravilloso mosaico romano que se descubriera recientemente.

También te puedes acercar a otra antigua iglesia, la de San Francisco, con un bello altar. Salimos de esta parte antigua cruzando otro arco famoso, el Arco do Repouso, flanqueado por dos torres, y donde la tradición señala que el rey Afonso III descansó después de conquistar la ciudad.

Fuera de las murallas

En la parte exterior de las murallas más cosas que ver. El puerto deportivo y el Jardím Manuel de Bívar. A un lado las letras de Faro con su corazón, la foto perfecta para recordar nuestra visita.

Desde aquí podemos pasearnos por sus calles más comerciales, muchas peatonales, con sus restaurantes y cafeterías con terrazas, tiendas de recuerdos, Destacan también por las fachas típicas de sus edificios, muchas flores y hasta naranjos. Las fotos aquí quedan preciosas. En la noche estas calles son el centro de la actividad de locales y visitantes.

Más monumentos que podemos visitar incluyen el bonito Palacete Belmarco, recientemente restaurado siguiendo la típica arquitectura de los palacios portugueses; la Iglesia del Carmo (1719), que se construyó gracias a las partidas de oro que los portugueses traían de Brasil (que se manifiestan en la decoración dorada del interior) y donde se encuentra la Capela dos Ossos, en la que se exhiben los huesos de 1200 monjes carmelitas exhumados de un cementerio próximo en 1816.

Para finalizar el día, nada mejor que subir al Roof Top Bar del Hotel Faro, frente al puerto deportivo, las vistas lo merecen. Desde allí, tomando algo rico, verás un atardecer espectacular.

El Parque Natural de la Ría Formosa

En Faro se encuentra este parque, más de 170km² de lagunas, marismas y pequeñas islas con playas desiertas. Espacio de fauna y flora protegido, sobre todo de aves migratorias, se puede recorrer con excursiones guiadas en barco que salen del puerto deportivo. En la desembocadura de la ría en el mar se encuentran las tres playas más famosas de Faro.

Las playas de Faro

Faro, como todo el Algarve, tiene también playas de las que presumir: la Praia de Faro, Ilha Deserta y la de Culatra. Un barco que puedes tomar desde el puerto deportivo sirve de transporte para estas playas, haciendo el recorrido varias veces al día, aunque a la de Faro sí puedes llegar por carretera.


De compras al Forum Algarve

El reciente desarrollo que ha experimentado la ciudad se refleja en este moderno y coqueto centro comercial que se ha inaugurado no hace mucho. Puedes llegar caminando desde el centro en 10 minutos. Tiene tiendas de todo tipo, incluyendo las franquicias más conocidas. Es al aire libre y un buen lugar para pasar la tarde/noche, sobre todo porque abren hasta la medianoche en temporada.


Excursión a Távira y a Estoi

Desde Faro te recomiendo hacer una excursión a dos de las poblaciones vecinas. Estói (10 Km) cuyas principales atracciones son el bellamente decorado al estilo portugués Palacio de Estoi y sus jardines, del siglo XIX y ahora convertido en hotel (pero que puedes visitar), y las ruinas Romanas de Milreu, una magnífica villa de los siglos II y III


Tavira (40 Km) es otro de los lindos pueblos vecinos, con un casco histórico encantador, del mismo estilo que el de Faro, pero más grande, y donde descubres restos de su pasado fenicio, romano y musulmán. Tiene un Castillo y murallas de la época de la ocupación musulmana. Las elegantes mansiones que encuentras en la ciudad, sobre todo en la ribera del río Gilão son del s. XVII cuando Tavira era el mayor puerto del Algarve, una actividad que produjo una gran riqueza comercial. También presume de ser una de las ciudades de Portugal con mayor cantidad de iglesias, hasta 36 se pueden contar. Al sur de Tavira se encuentran los canales y marismas del Parque da Ria Formosa, que conduce a las maravillosas playas de arena de la Ilha de Tavira.


Y así nos despedimos de la linda Faro. Un ultimo consejo, no dejes de probar sus famosas sardinas, una deliciosa manera de despedir una ciudad que nos dejo encantados. Por cierto, para que todos sepan, la ciudad donde nació mi suegro Victor, así que nuestra vinculación es más especial aún despues de estos días maravillosos.







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