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10 escapadas perfectas (y encantadoras) desde Lisboa


Te voy a contar todos los sitios a los que puedes escaparte desde Lisboa, recorriendo menos de 150 km. Lugares que reflejan la esencia de Portugal: pueblos de cuentos de hadas y pueblos medievales con castillo y muralla; palacios reales; pueblos pequeros y pueblos donde veraneaba la realeza europea ya en s. XIX; las huellas del pasado romano y musulmán, y las del Portugal más religioso. Y todos estos destinos se encuentran muy cerca de Lisboa, por lo que puedes dedicar un día o dos para conocer muchos de ellos. Hay muchas excursiones organizadas que puedes contratar, pero lo mejor es alquilar un vehículo, diseñar tu propia ruta y visitar todos los que te apetezcan. Estos son mis preferidos:


Sintra – 28 Km

Sintra es una especie de ciudad de cuentos de hadas que se ha hecho casi más famosa que la misma Lisboa. Rodeados de bosques de pinos te encuentras palacios, mansiones opulentas y las ruinas de un antiguo castillo. Sus principales edificios históricos son el Palacio Nacional de Sintra, la Quinta da Regaleira (con sus jardines llenos de simbología mística), el Palacio Nacional da Pena (con sus colores rojos y amarillos) y, en lo más alto, el Castelo dos Mouros de la época de la dominación musulmana (con sus torres y murallas que se pierden entre la vegetación). Te aconsejo ir temprano porque siempre hay mucha gente.


Si puedes, te recomiendo que antes de llegar a Sintra hagas un pequeño desvío a Queluz para que conozcas el Palacio Real, que se remonta al s. XVII cuando era residencia veraniega de la realeza pero que con el tiempo llegó a ser residencia permanente. En lo majestuoso se parece a otros palacios europeos como Versalles, pero se diferencia por la decoración portuguesa de su interior, con los típicos murales de azulejos. Desde 1908, el Palacio pertenece al Estado quien lo ha dotado de una colección de arte decorativa valiosa, compuesta por mobiliario, tapices, retratos, porcelana y piezas de las colecciones reales de joyas. Hacen visitas teatralizadas en distintos horarios para mayor disfrute de los visitantes.


Estoril y Cascais – 32 Km

Estoril, con sus palacetes, hoteles de lujo y el famoso Casino, donde se reunían los espías durante la Segunda Guerra Mundial y que sirvió de inspiración a las novelas de James Bond. Cascais, pueblo de pescadores y reyes, desde que en el s. XIX la pequeña aldea se convirtiera en el lugar de veraneo de la nobleza Europa y refugio de reyes durante las guerras mundiales. Palacetes, hoteles de lujo, plazas, museos. Hoy en día recibe visitantes de todo el mundo, con ofertas accesibles para todos los bolsillos. Su centro histórico es muy bonito, con sus calles empedradas, y pequeñas playas como la conocida Praia da Rainha. Hay muchos locales donde sentarse a pasar un buen rato frente al mar. No dejes de acercarte a la heladería Santini para probar los helados que ya disfrutaba la realeza en los años 40.

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Dando un paseo por la avenida que bordea la costa puedes llegar a los acantilados de Boca do Inferno, mejor si es en un día de tormentas para que veas un buen espectáculo de la naturaleza.

Guincho y Cabo da Roca – 40 Km

La playa de Guincho es preciosa, sobre la línea costera del extremo de Lisboa que mira hacia el Atlántico. Se encuentra dentro del Parque Nacional de Serra de Sintra, lo que le proporciona un ambiente salvaje y solitario. La atracción principal son sus gigantescas olas y su viento casi constante, condiciones ideales para los surfistas profesionales. Aunque ese viento y las aguas muy frías no hacen de esta playa un lugar agradable, su paisaje es muy bonito y puedes pasar el rato en alguno de sus chiringuitos o almorzar en alguno de los restaurantes que allí se encuentra, casi todos muy caros pero deliciosos.

Bordeando la costa en dirección norte, llegamos a Cabo da Roca es el cabo situado en el punto más occidental del Portugal continental y, por tanto, de la Península Ibérica y de Europa continental. Era conocido por los romanos como Promontorium Magnum, y Camões llamó “Onde a terra acaba e o mar começa”. Sus coordenadas están inscritas en una placa de piedra, centro de atención de los turistas, Es un lugar solitario donde sólo hay un faro y una tienda de recuerdos, pero que es perfecto para fotos de postal y ver el atardecer.

Mafra – Ericeira 51 Km

Mafra es una bonita ciudad portuguesa en la que puedes visitar uno de los mayores y más extravagantes palacios de Europa, el Palacio de Mafra. Construido entre 1717 y 1755, tiene 1200 habitaciones conectadas por más de 150 tramos de escalera. Este complejo incluye un enorme monasterio, una basílica muy adornada y una biblioteca que contiene más de 36000 libros antiguos y su propia colonia de murciélagos que se mantienen desde hace 300 años para que devoren los insectos que dañan los libros. Desde aquí, pues puedes acercarte a Ericeira, una villa de pescadores conocida por sus bonitas y extensas playas, buenos restaurantes y excelentes lugares para la práctica del surf y otras actividades deportivas náuticas. Pescados y maricos son deliciosos en este lugar.


Obidos – 88 Km

El mejor ejemplo de ciudad medieval portuguesa, y una de las mejor conservadas. Históricamente, la villa de Óbidos era un regalo para la Reina de Portugal en su día de bodas, una tradición que empezó con la Reina Urraca en 1214 y continuó hasta el siglo XIX. Cruzando su muralla medieval por la Porta da Vila, con una bella capilla de azulejos, llegarás a un laberinto de calles empedradas y casas pintadas de blanco con vivos toques de amarillo y azul, y muchas flores, que hacen las delicias de los fotógrafos y amantes de los selfies. En lo alto, el Castillo con más de 800 años, que sirve de escenario a un famoso mercado medieval en los meses de julio y agosto y es un hotel de lujo. La ciudad ha sido clasificada por la UNESCO como “Ciudad Literaria” lo que nos permite disfrutar de la literatura en los lugares tan insólitos como la iglesia de São Tiago o una bodega. No dejes de probar el famoso licor de guindas conocido como Ginjinha d’Obidos que se sirve en una tacita de chocolate. Es delicioso y un buen recuerdo que llevar a la familia y amigos.

Comporta – 120 km

El paraíso eco-chic de moda. Las solitarias y casi salvajes playas de Comporta y sus vecinas Prego y Carvalhal, en las costas de la Península de Troia al sur de Lisboa. Un pequeño pueblo de pescadores, rodeado de cultivos de arroz, que se ha llenado con pequeños hoteles y tiendas en armonía con el ambiente. Restaurantes que ofrecen los mejores productos de la zona, eso sí caros. Hay una empresa que ofrece paseos a caballo por la playa. Este lugar era conocido por unos pocos, principalmente gente adinerada (llegaban en helicóptero) pero se ha venido haciendo cada vez más popular. Merece la pena pasar un día de playa. Un dato: Madonna fue la que la puso en el mapa de todos los turistas.

Alcobaca – 123 km

Es una localidad pequeña donde se encuentra el grandioso Monasterio de Santa María de Alcobaça, Patrimonio de la Humanidad, fundado en 1153 por órdenes de D. Afonso Henriques, el primer rey de Portugal, para cumplir un voto que había realizado a San Bernardo tras recuperar Santarém de manos moras en el año 1147. Los visitantes se acercan a visitarlo no sólo por su magnífica fachada barroca, sus patios y hasta una antigua cocina, sino para conocer de primera mano la historia más romántica y trágica de Portugal: el amor prohibido entre Pedro I cuando era apenas el príncipe heredero y su amante Inés de Castro, asesinado por el padre de Pedro, el rey Afonso IV. Los maravillosos sepulcros fueron encargados por Pedro cuando ascendió al trono (la leyenda dice que incluso mando a coronar como reina al cadáver de su amada), quien dispuso además de que fueran colocados de uno frente al otro de manera que, el día de la resurrección (para los cristianos), al levantarse sus miradas se encontraran.

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Batalha y Fatima – 140 Km

Batalha es una ciudad pequeña pero muy famosa por ser el escenario de la batalla más importante de Portugal: la Batalha de Aljubarrota (1385), que le dio a Portugal la independencia de Castilla, y por lo que el rey Juan I construyó el Monasterio de Batalha, en la actualidad el mejor monasterio de Portugal aunque no está terminado. Para mí está entre los lugares obligatoria a visitar, por sus Capelas Imperfeitas y la Capela do Fundador, así como su maravilloso exterior gótico. Los amantes de la fotografía encontraran muchos rincones mágicos.

Fátima, es muy conocida sobre todo entre los cristianos, por ser uno de los lugares de peregrinación más famosos del mundo. El lugar donde la Virgen se le apareció a tres pastorcitos, marcado por una pequeña capilla donde está la imagen de la Virgen, no es opacada para nada por la majestuosa basílica que se levanto a un lado (donde están enterrados los pastorcitos) o la más moderna que encuentra en el lado opuesto. Aunque no seas una persona religiosa, vas a poder sentir el ambiente especial que la rodea de fe, esperanza y oración.


Peniche y Nazaré

Peniche, ciudad costera de la región centro de Portugal, es una península de unos 10 kilómetros de perímetro, donde podrás visitar el Forte de Peniche, Cabo Carvoeiro, Fonte do Rosário, y el Forte de São João Batista, ubicado en las islas Berlengas, una de las reservas naturales más bonitas de Portugal, y a la que puedes llegar en barcos de recreo que ofrecen el servicio de transporte hasta allí.


Nazare es otro de los típicos pueblos costeros de Portugal, situada en una amplia bahía de arenas doradas y a la sombra del elevado Cabo de Sítio. En la actualidad, la pesca tradicional ha sido abandonada por el turismo, y verás como las casas de los pescadores han sido convertidas en hoteles, pero las calles siguen estando adoquinadas como es costumbre en el país y las mujeres mayores todavía visten las ropas tradicionales (no dejes de fijarte en ellas). Puedes pasear por el paseo marítimo frente a la playa para luego probar las especialidades de pescados y mariscos frescos, así como las dulces Bolas de Berlím que venden en la playa. Sube al Miradouro do Suberco para una bella vista del pueblo y de la costa; visitar la Iglesia de Nossa Senhora da Nazaré y su original estatua de la Virgen; y una vista de la Praia do Norte conocida por sus olas gigantescas las que la han hecho famosa y donde se han batido varios récords mundiales de surf.

Évora – 130 Km

Évora es uno de los mejores destinos turísticos del centro de Portugal, una ciudad que rebosa encanto tradicional portugués y donde te encuentras bellos monumentos históricos dentro de las antiguas murallas de la ciudad: la Catedral gótica; el Templo Romano de Évora, incorrectamente dedicado a la diosa Diana; la bonita Praça do Giraldo rodeada por edificios de arquitectura gótica del siglo XVI, y la iglesia Santo Antao. Muy conocida es la Capela dos Ossos, cuyas paredes están revestidas de huesos de cadáveres muy antiguos, exhumados de los cementerios de la ciudad y con una inscripción que te da la bienvenida en la entrada: “Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos.” Ya en la parte exterior de la muralla, el Acueducto ( no es romano), uno de los proyectos de construcción más avanzados del siglo XVI; y los Megalitos del Crómlech de los Almendros, que datan entre 5000 y 2000 aC.

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