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Una ruta golosa por las pastelerías históricas de Caracas


¿Qué caraqueño no relaciona los mejores recuerdos de su infancia con una pastelería?



En mi caso, la hora de la salida del colegio era para ir a la Tivoli. Y dejar a mis hijos en el suyo era para ir a desayunar con otras mamás a la Danubio. El día del terremoto de Caracas (1967), en la precisa hora, mi papa estaba colocando en una mesa una bandeja de dulces de la Real en La Florida (luego fue La Ensaimada y recientemente cerrada). Y de novios, pues ir a buscar profiteroles a la Mozart.


En todos los países se está dando un relanzamiento de sus establecimientos más antiguos, principalmente las cafeterías y pastelerías. Así, que aprovechando que estaba en Caracas, decidí darme un paseo por sus pastelerías más antiguas para recordar viejos tiempos y hacer una recopilación de aquellos sitios que guardan un lugar especial en nuestro recuerdos, y que se mantienen abiertos a pesar de la crisis.

Las más emblemáticas pastelerías en Caracas, y en Venezuela en general, se impulsaron con la llegada de los inmigrantes, principalmente los italianos y franceses, en los años 50, y hoy en día muchas siguen allí, en el mismo lugar, regentadas por los hijos y nietos de esos inmigrantes. Después de investigar, visitarlas y ¡probar!, les cuento mi recorrido empezando desde la más antigua. Esta es mi Ruta Golosa por Caracas:


Año 1954. Las Nieves. El Rosal. Creada por Giusseppe Above pero continuada por Aldo Tarantini desde 1974, comparte los sabores dulces y típicos de Italia. En días festivos se encuentra la Pastiera, la Colomba de Pascua y el Roscón de Reyes. Recientemente fue completamente remodelada, con un estilo muy moderno, aunque mantiene un rincón con recuerdos de la historia de la pastelería, pero en mi opinión perdió el encanto de los sitios antiguos (cosa que nunca verás que ocurra en otros países).


Año 1955. Suiza. San Bernardino. Fundada por un nativo de Zurich, tuvo su época dorada en los años 60. Se hizo famosa por sus galletas y pastas seca, y, expuestas en sus vitrinas, las tortas de pastillaje y merengue, decoradas en tonos suaves y motivos infantiles que presidieron las piñatas de muchos niños de esa época. De esta pastelería salió la torta del bautizo de Irene Sáez, nuestra Miss Universo. Fue también remodelada, y hoy en día sigue haciendo sus famosas milhojas. En el año 2014 ganó el concurso del mejor Pan de Jamón de la ciudad.



Año 1958. La Ducal. Las Delicias de Sabana Grande. Fundada por Giovanni Greggio, hoy sigue en pie gracias a su nieto Maurizio Greggio. La pastelería tradicional italiana es el fuerte de la tienda, pero siempre trata de innovar por lo que nos encontramos muchos postres modernos.


Año 1960. Doris. Santa Eduvigis. Marco Battipaglia es el maestro pastelero de esta conservadora pastelería, desde 1978, sin embargo, fue inaugurada en 1960. Se especializa en repostería clásica italiana pero se encuentran los dulces tradicionales que les guan a todos. Es uno de los sitios más concurridos los fines de semana.



Año 1965. Tivoli. Las Palmas. Fundada por Pierre Charles Calani, endulza la ciudad con lo más tradicional de la repostería. Se destaca la torta profiterol de chocolate, la sacripantina, los milhojas y canolis, y por supuesto sus famosas Tartaletas de Fresa, que siguen haciendo a pesar de todo.



Año 1970. Danubio. La primera fue en Chacao y hoy ya tienen varias tiendas atendidas por la familia Kerese. Las opciones son amplias. Su torta y su pie de Guanábana son un clásico y los favorito de la familia. Hoy en día, la de Chacao es la que mantiene la mayor variedad de productos y siempre está llena de gente.



Año 1975. Mozart. En el CCCT. Georges Progonis de origen griego fundó esta pastelería en el recién inaugurado Centro Comercial Concresa. Seis meses después de abrir, y sólo en fines de semana, Georges comenzó a ofrecer para la venta el que sería su invento más popular: la torta de profiteroles, que hoy en día todavía producen, así como su Torta Sacher, profiteroles y bombones artesanales. Fuimos el día de los Enamorados y tuvimos que esperar de la gente que había.



Año 1984. Ópera. Un clásico de Chacao que se ha especializado en pastelería francesa. Su torta más famosa la Fressier, que consiste en dos capas de fino bizcocho relleno de fresas frescas y crema. También había la versión con melocotones: Melocotonier. En las tardes sacan a la venta la Fressier para atender a los clientes fieles que se acercan a buscarla.


Año 1988. St. Honoré. La Alameda. El local más antiguo de Los Palos Grandes ya no existe. Es todavía un referente a la hora de merendar o tomar un café, incluso como lugar de reuniones. Fueron los primeros en crear una mezcla entre pastelería francesa, productos de panadería, deli y café, combinado con un restaurante informal estilo self service. Tienen una gran variedad de tortas y dulces. Buscando información me enteré que sus dueños abrieron una similar en Nueva York, por si quieren ir se llama “Tisserrie”.


Año 1991. Das Pastell Haus. El Hatillo. En sus comienzos, solamente era una pastelería alemana, dirigida por Hermann Ross, y más tarde se convirtió también en una pizzeria italiana. Su nombre alemán se traduce como La casa del pastel y honra a sus especialidades, los strudel y crumble de fresa, mora, y en ocasiones de manzana.



El Parque. Frente al Mercado de Chacao. Su letrero presume de más de 54 años desde su creación. No aparece en ninguna de las listas que estuve leyendo pero, sus deliciosas milhojas en estos tiempos de crisis, la hace merecedora de aparecer en mi ruta golosa de Caracas.


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